Lo que propone la compañía acá es derrumbar el mito de que a mayor cantidad de megapixeles (Mpx), mejor es la imagen. Porque los Mpx definen la cantidad de pixeles y el tamaño en área que tendrá el archivo resultante después de una captura, sin embargo, no contribuyen a la mejor calidad de imagen bajo condiciones de poca luz o la claridad de los colores.
Es por esto que HTC apuesta a reducir la cantidad de Mpx finales a cuatro, en lugar de ocho o 12 que maneja la industria actualmente. El beneficio que se ofrece a cambio es un sensor más grande con pixeles de mayor tamaño, capaces de recibir más cantidad de luz y por ende, obtener un reflejo óptimo de la realidad, cuya imagen está finalmente compuesta de luz.
En rigor, la compañía escogió un sensor de 1/3-inch BSI con pixeles de un tamaño de 2µm (micrómetros), los que difieren de los pixeles de 1,1µm encontrados en las cámaras de móviles más populares del mercado. Con esto se consigue una recepción de luz 330% mayor a la competencia bajo el mismo tiempo de exposición, lo que sirve de manera notoria a la hora de tomar fotografías con poca luz ambiental.
Sí, los archivos serán “sólo” de 4Mpx, sin embargo, ¿alguien utiliza tamaños mayores a éste en el día a día? HTC sabe que no, por lo que apuesta por “derribar el mito de los megapixeles” ofreciendo directamente una cámara que tiene una cifra reducida en este ámbito, pero que entrega mejor calidad.
Aparte de aquello, el HTC One trae un estabilizador de imagen óptico (OIS) igual que el presente en el Nokia Lumia 920, junto a un procesador de imagen (ISP) llamado ImageChip 2, que ayuda a la reducción de ruido en la imagen. Finalmente, un cuarto elemento llamado HTC Zoe permite grabar video a 1080p y sacar fotografías al mismo tiempo, con la posibilidad de generar una galería de fotos animada a partir de una captura corta.