De este modo, el usuario del nuevo sistema operativo de Microsoft podrá transferir imagenes directamente al disco duro virtual SkyDrive de 25 GB desde su smartphone, así como contactos y calendarios de Windows Live y ficheros de OneNote, además de una serie de utilidades para el control remoto del dispositivo en caso de pérdida o robo.
Funciones siempre tan interesantes como útiles como pueden ser el borrado de datos de la memoria o enviar una sencilla orden de bloqueo, además del servicio de geolocalizacion o la posibilidad de forzar la reproducción del tono de llamada con el fin de localizar a distancia el bolsillo de a ese amigo de lo ajeno que lo oculta.
Es imposible hacer las evidentes referencias al servicio de pago MobileMe de Apple y su función ‘Find My iPhone’, el cual también se acompaña de otras funciones similares. Y no por ser mejor, sino por ser el primero. Ya conoceis el dicho, ‘quien golpea antes, golpea dos veces’.
Posiblemente los terminales Kin One y Kin Two ideados en algún oscuro sótano de Redmond, el mismo lugar donde ahora se amontonan, no hayan sido uno de los mayores aciertos de Microsoft. Sin embargo, la novedad que supuso el software Kin Studio que acompañaba a ambos terminales fue lo que realmente acaparó la atención y será de lo poco que no caiga en saco roto tras la suspension del proyecto.
Por el momento no existe un pronunciamiento oficial por parte de Microsoft acerca del coste del servicio, si es que lo tiene, cediendo protagonismo al próximo lanzamiento de dispositivos Windows Phone 7 en cinco idiomas (ingles, francés, alemán, italiano y español) además de la disponibilidad de Windows Phone Marketplace para un total de 17 países en el momento de su lanzamiento.