Dentro de estas políticas restrictivas se encuentran los dispositivos electrónicos como tablets y smartphones, muchos de los cuales ya poseen sus principales modelos en el mercado debido a acuerdos para ensamblarlos en el país. Dentro de este mercado Apple es una de las principales marcas que no tiene representación en el país, por lo que sus productos llegan por el mercado informal o a través de franquicias que venden productos como computadoras de mesa o iPads que aún no poseen ninguna restricción.
La semana pasada, la Organización Mundial de Aduanas (WCO) resolvió que las tablets tengan tengan la misma nomenclatura a nivel mundial que las notebooks, productos que se encuentr dentro de los que sufren las restricciones de importación.
De esta forma, el iPad, como la tablet más conocida y vendida en el país, así como cualquier otro modelo (Viewsonic es otro afectado) que no sea fabricado en forma local, se verán impedidos de ingresar al país.
Este cambio de nomenclatura de la WCO generaría que a partir de octubre no se puedan importar tablets al país. Según Salvador Crespo, Country Manager de Viewsonic, este cambio de la WCO, está relacionado con la posición arancelaria que ocupan las tablets en el mercado mundial, algo que estaba previsto modificar debido a la masividad que produjo ese mercado.
“El cambio de posición arancelaria provocará que las tablets caigan en la misma posición que las notebook, las cuales hoy precisan de una Licencia no Automátiva para entrar al país”, aclara Crespo.
Otro afectado será Coby, la empresa coreana que posee el segundo lugar en ventas en Argentina detrás del iPad, debido a sus equipos de bajo costo y sus acuerdos de ventas con las principales cadenas de electrodomésticos del país.
Motorola, Samsung y BlackBerry ya fabrican y ensamblan productos en Argentina, por lo que, en caso de necesitar una Licencia para importar sus tablets (fabricadas en Brasil y México) seguramente serán beneficiadas con algún acuerdo que no desequilibre la balanza comercial de su producción.
La principal duda que queda en el aire sobre este cambio de políticas es lo que podrá suceder en el futuro cercano con el mercado de las tablets, si habrá desabastecimiento o alza de precios, en un segmento que tardó en conquistar al público local por sus altos costos y complejidad al momento de definir su utilidad o productividad en el mercado masivo.