Si creíais que íbamos a poner fin a la semana sin un nuevo “chisme” sobre el próximo iPhone, lamento comunicaros que no ibais bien encaminados. Así es la actualidad en el campo tecnológico y no queda otra más que hacernos eco de uno de los últimos supuestos componentes fotografiados que pasarán a formar parte del smartphone de los de Cupertino. Hoy le toca el turno a la supuesta batería, sobre cuyas imágenes se podrían extraer una serie de conclusiones directas.
Aunque la capacidad de la batería, 1.440 mAh, parece que será ligeramente mayor al de sus precedesores, 1.420 y 1.430 mAh en el caso de los iPhone 4 y 4S respectivamente, las dimensiones reales de la batería parecen mayores en longitud y delgadez.
Esto encajaría con la idea de un smartphone con una pantalla más larga, tal y como ya se comentó a raíz de los últimos descubrimientos realizados sobre el simulador de iOS 6 de los que ya nos hemos hecho eco.
En términos de voltaje, el cambio también es mínimo, pasando a proporcionar 3.8 voltios de tensión eléctrica frente a los 3.7 voltios del iPhone 4S.
Datos que podrían resultar un tanto significativos en lo que al soporte para conectividad 4G LTE respecta, pudiendo ser igual de negativo como de positivo para le nuevo dispositivo. O bien podríamos encontrarnos frente un nuevo chip de bajo consumo para ofrecer soporte a conexiones de datos de alta velocidad o bien nos podríamos enfrentar a un problema de autonomía no previsto. Asunto éste muy común, por muy harto improbable que pueda resultar.
Sobre todo si tenemos en consideración que este ha sido uno de los aspectos más criticados en todos y cada uno de los iPhone que han salido al mercado. De ahí que 1.440 mAh puedan resultar, a priori, un tanto escasos.
La pista final que da pie a todo este compendio de suposiciones es la etiqueta de la batería que sugiere que fue fabricada durante el pasado mes de junio, lo que podría servir para vincularla con un más que posible lanzamiento del nuevo terminal en el próximo mes de septiembre.