
Si hace poco anunciaban la posibilidad de crear un terminal móvil que podría doblarse gracias a determinados polímeros y a la nanotecnología ahora han presentado una “aplicación” que no se si tendrá una gran utilidad, pero ha llamado bastante la atención.
Han implementado a uno de sus terminales un sistema que permite convertir al dispositivo en un verdadero radar que es capaz de medir velocidades de objetos y personas o con el que, mediante un sensor volumétrico, podremos subir y bajar el volumen de la música con tan solo acercar o alejar la mano al teléfono.
Para que esto funcione, el teléfono usa diferentes ondas electromagnéticas que le convierten en un sensor móvil. Y desde Nokia destacan que algunos de los usos que pueden darle a este nuevo sistema destacan los controles gestuales del teléfono, usos deportivos o incluso seguridad personal. ¡Vivir para ver!