El principio es el mismo, sólo que en esta ocasión tenemos el sensor en sí, por llamarlo de alguna manera, y una aplicación para nuestro teléfono móvil. El sensor, que mide algo más que una tarjeta de memoria SD, se puede acoplar a nuestras llaves, nuestra cartera o cualquier cosa que se os ocurra, y la aplicación nos ayudará a encontrarlos en un radio de unos 100 metros e indicándonos la distancia a la que se encuentra.
También podemos configurarlo de manera que el teléfono nos alerte si dejamos caer el objeto que lleva el sensor o justo al contrario, llevar nosotros el sensor encima y configurarlo para que nuestro teléfono se apague cuando nos alejemos una determinada distancia.
En contra de lo que pudiera parecer, este dispositivo no usa GPS, así que el gasto de nuestra batería será en principio escaso. El sensor incluye una batería propia que puede durar hasta unos 18 meses. Personalmente creo que es una idea fantástica y que puede resultar muy útil, pero lamentablemente se trata sólo de un concepto y no se han ofrecido datos sobre un posible lanzamiento. Crucemos los dedos.
Vía: Electric Pig